TLAXCALA
NUESTRA SEÑORA DE OCOTLÁN
Fue descubierta por un indio en un cerro de ocotes en 1541 cuando una plaga azotaba a la región. La Virgen hace tres promesas: ofrece un agua milagrosa para dar no sólo alivio sino perfecta salud, manifiesta su amor materno por sus hijos, especialmente, por los que viven en pecado, promete una imagen mediante la cual prodigará piedad y clemencia. En su templo hay un pozo de aguas curativas. Cuenta la piedad popular que su rostro cambia de color, de rojo a pálido.